En el patio con mi muñeca Dulzona.

A mi madre le gustaba mucho captar momentos con su antigua cámara de fotos Praktica. El otro día mirando en unos cajones en casa de mi padre, me encontré con esta fotografía mía que ella me hizo sin que me diese cuenta en el patio de mi abuela. Estoy en una distendida conversación de aquellas que tenia con mis muñecos. En este caso estaba con mi muñeca Dulzona de B.B. 

Esta muñeca es de principio de los años 80. Recuerdo que me llegó por Reyes y que enseguida por su tamaño y porque se quedaba perfectamente sentada, como se puede apreciar en la imagen, se convirtió en una de mis favoritas para jugar.

Recuerdo que me gustaba sentarla a mi lado en una trona antigua que tenía de pequeña, de palillos y asiento de anea, mientras hacía los deberes del cole y le ponía a ella delante un libro de colorear con los colores como si lo usara. Por la fisonomía de su mano, se le quedaban los lápices de colores equilibrados en los dedos, como si los estuviera utilizando de verdad. También que la sentaba mientras le contaba cuentos como si fuera mi niña pequeña. Y seguramente era eso lo que estaba haciendo ahí sentada al solito en el patio. 

Me llena de ternura verme a esa edad,  en ese momento, poder recordar tantos que viví en ese patio donde mi abuela arreglaba sus macetas mientras yo vivía mil aventuras y juegos de niña con mis muñecas.