Nena, la Nenuco de Famosa más querida.
Restaurar a Nena a sido una experiencia enriquecedora para mi. Ya había arreglado otras muñecas con similitudes, pero era la primera Nenuco de Famosa. Y eso era un hándicap del que salir victoriosa, me preocupaba. Porque desde que estas muñecas se hacen en fábricas chinas y no alicantinas, la calidad de la goma no es la misma. Tampoco las partes desmontables, no están realizadas para restauración sino más bien para que se rompan y se compren más.
La mamá de la niña que tiene a Nena, me contactó por Instagram. Me comentó que quería arreglar una Nenuco y me explicó un poco su historia. Me contó que su niña la tenía desde que nació y que era una de las que tienen el cuerpo de trapo. De los bebés de apoyo. Quería que le arreglara el cuerpo que estaba deteriorado y ver si se le podía quitar lo negro de las partes de goma.
Le comenté que sería unos 30€ y que quizás le mereciera más la pena comprar una nueva, porque incluso no llegan a ese precio. Me contó entonces que su niña solo jugaba con Nena y que no quería otra muñeca. Que tenía otras mejores y siempre jugaba con ella. Así que aceptó el precio y quedamos en que cuando volviera a poder trabajar con las restauraciones la avisaría (ya que fue justo cuando me mordió el perro y tenía la mano inmovilizada).
Nena, la Nenuco de Famosa más querida.
Me bastó tenerla en mi brazos para sentir esa energía tan bonita que tienen e irradian los niños que están felices. Se notaba que era una muñeca muy jugada y querida. Y recordé a mis Nenucos de pequeña. Y lo mucho que me hubiese gustado tenerlos conmigo. De ese modo cuando estoy mal, poder cogerlos así. Conectar emocionalmente y sentir a la niña que fui entonces: amada, feliz y sin preocupaciones.
Nena a pesar de estar manchada de varias cosas y con el cuerpo deteriorado, emanaba esa energía tan bonita. Cuando llegué a casa me puse a hacerle el típico chequeo. El cuerpo había que hacerlo de nuevo. Y tenía manchas de color azul y rosado, y algo que fue rojizo en su momento. No me preocupaban esas manchas, porque sabía que con tres sesiones de blanqueamiento saldrían. Lo que me preocupaba era el roce negro que mantenía la goma por toda la carita, manos y piernas. Porque ya tuve malas experiencias con esos roces del uso. La goma y la mezcla de plástico y vinilo que llevan, cuanto más mala sea más se reseca y más color de suciedad coge. En una webs de química, leí que se debía al efecto que el calor y la luz provoca en el estado molecular del plástico y sus componentes. Y fue allí donde aprendí varios trucos para romper y alterar las moléculas internas. Que luego probé en muñecos viejos que recojo de los contenedores 😏😋.
Como decía antes, hace muchos años que ya no se fabrican muñecas con la intención de que duren. Nena traía las piernas y brazos ya cosidos directamente en la goma. Eso hace que la tela se corte con el pespunte con el tiempo. La mayoría de las muñecas jugadas tienen esos problemas, deterioro en la unión de las extremidades. Y cuando alguien intenta arreglarlo se da cuenta que es muy difícil coser la tela a la goma. Hace falta aguja, especial, hilo especial y (un truco que me reservo) a la hora de coser, sino se tiene una máquina especial para ello.
La primera sesión de Peroxiben y sol, dejó claro que el negro del roce no iba a ser fácil de aclarar. Así que use mi mezcla superpower, en las siguientes tres sesiones y me encomendé a todos los santos para que no me ocurriera como con una Barbie que emblanqueció más de lo deseado. Esas tres sesiones fueron claves para las zonas más oscurecidas. Y estuve comprobando cada diez minutos que no se fuera a repetir lo de la chica de Mattel.
Después llegó la sesión de film, horita de sol y Peroxiben. Que se alargó a diez días y que hubo que reforzar con lámpara de rayos uva. A veces cuesta ver resultados y cuando no tienes mucha experiencia parece que no hay avances. Pero los hay aunque en algunos materiales van más lentos. La alegría que se experimenta cuando por fin ves vislumbrar el tono deseado que recuerda al del plástico nuevo, es una sensación bastante peculiar. En la imagen de abajo de las manitas se puede sentir parte de esa sensación. Imagina lo que es tener durante días el tono que se ve en la fotografía de las manitas juntas. Para al retirar los ungüentos por fin ver ese tono claro que deseas.
Justo cuando me puse con el confeccionamiento del cuerpo, las cosas se complicaron en casa con los males y encima me llamaron para la rehabilitación del dedo. Eso y que no me llegaban las agujas para el vinilo, me tuvieron en standby algunos días más de los deseados. Y por si los contratiempos no eran suficientes me robaron el movil y tuve tres días bloqueadas todas las cuentas. Sin poder comunicarme con nadie, ni ver como iba el pedido de las agujas, los tiempos se alargaban, incluidos el de Nena.
Ya tenía los patrones sacados y cortados, y algunas piezas cosidas. Opté por hacerlo todo a mano para que me quedasen más asegurados los remates. Y cuando por fin llegaron las agujas, me puse con el cuerpo a full. Cosí ambas piernas con dobles costuras y seguí con el cuerpo.
A la mañana siguiente comencé el día con Nena y sus bracitos e hicimos una parada para coger fuerzas con un café muy cargado. Quería terminarla para llevarla a su dueña esa tarde. Y no paré hasta terminarla.
A Nena se le repasó el color de los mofletes y la naricilla y un poquito en los párpados superiores. Muy suavito para que no se vea artificial. Porque es un bebé y no puede parecer que va maquillada como una niña mayor. Como no lleva pelito, le subi un tono de intensidad la boquita y en lugar de anaranjado, le cambié al rojo frambuesa apagado y le di su brillito final. Así aunque lleve colores más unisex, todos podrán saber que se trata de una linda nenita.
Y así fue como Nena volvió de regreso a su casa. Vestidita con su buzo de Hello Kitty y esos colores vigorosos en su carita, dispuesta al reencuentro con su Niña. Que al verla se puso muy contenta. La cogió en brazos y la besó con un solo beso pero con una intensidad que hizo que el corazón se me acelerase. Su madre me pagó algo más de lo que le pedí y me dijo que había hecho un buen trabajo y que sabía que eso tenía más precio. Lo cierto es que yo no suelo llevar caro. Me enriquezco más con las experiencias que vivo mientras restauro una muñeca, más si es como en esta situación, una Nenuca tan querida por su niña.
Pues nada Nena, espero que tú y yo no nos tengamos que volver a ver y de ser así que sea dentro de muchos años. Que des muchos momentos de juegos, complicidad y felicidad a tu Niña. Que la veas crecer y hacerse una mujer. Que ella te quiera tanto y te conserve a su lado, del mismo modo que Pedro sigue a mi lado cincuenta años después de que mi padre me lo regalase al nacer. Te deseo una larga perpetuidad a su lado y que seas ese lugar del mundo donde ella siempre pueda volver y ser la niña que es hoy. .
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