Blancanieves 2025 - una tarde de cine.

"Nunca es muy tarde para ser joven". (Blancanieves).

Tres días después de su estreno, mi hija Lucy me invitó a ir al cine a ver la nueva versión de Blancanieves. Me sentía contenta y con ganas de ver la peli. Había leído por encima algunas de las críticas negativas al film. No me gusta hacerme ideas preconcebidas, así que traté de ir sin opiniones ajenas que me influyesen.

Por supuesto Mandarina vino con Lucy (que se puso mala "namás" verme cogerla y que no quiso esperar a que la cambiase y le pusiera el traje de Blancanieves) y conmigo, como se puede ver en las imágenes de arriba. Ahí que iba la pequeñaja mirándolo todo desde el porta-muñecas que me compré para poder llevar a Mandarina fuera del bolso. 

Lo primero que hicimos fue ir a comer al Mia Sushi e hicimos un poquito de tiempo. Mandarina estaba algo enfadada porque Lucy no quería que la sacase del portamuñecas. Pero al final, consiguió salir y hasta pasear un poco por la mesa y pedir almejas en salsita que como a mi le encantan. También quería subir a la plataforma de servicio del robot que traía la comida a la mesa. Tuvimos que decirle que el aparato no era un carrito para pasear, sino un recurso del local de restauración para atraer a gente que se siente cosmopolitan.  

Después de almorzar, nos fuimos en el coche de Lucy hasta el centro comercial de Lagoh de Sevilla. Porque mi hija decía que los asientos allí eran mucho más cómodos. Butacas que se retrepaban y con mesa auxiliar incluidas. Estaban bien, sí. 

Llegamos diez minutos antes y pasamos a comprar unos refrescos y unas palomitas, a pesar de que yo no podía ni caminar de como me había puesto de arroz frito, pollo al miso y sushi. Y allí que estaba Mandarina queriendo beber cola. La dejé tomar un poquito, lo justo para que no se pusiera a dar saltos como una pelota antigua de goma. 

Cuando entramos a la sala y nos acomodamos, Mandarina seguía intentando meter boca a la canita de cartón de la bebida. La convencí con las palomitas y por fin se sentó en un lado de la mesa y se acomodó para ver la peli. Dejando de pedir refresco. 

La música del trailer de Disney hizo que Mandarina me preguntase si esa era la peli que íbamos a ver. Porque claro... ella aun es pequeña y esa era su primera peli de Blancanieves. Luego tuve que explicarle que en casa le iba a poner una versión muchísimo mejor que la que acabábamos de ver. Una película con casi ochenta años pero que superaba con creces todas las versiones que han venido después. 

Cuando la música de Disney inundó la sala y nuestros sentidos. Nos sumergimos durante una hora y cuarenta y nueve minutos en el film y disfrutamos del Séptimo Arte . Yo disfruté del instante. De estar allí con mi hija al lado, sentada con mi pequeña Mandarina delante y sacándole fotos, sin que mi hija se avergonzase de mi. Hay que ser valiente hasta para ser friki, yo lo soy. Por eso lo disfruto tanto. 

Solo voy a decir en este post que lo mejor de la película, sin duda (para mi), es el trailer. Que me hubiese gustado que el derroche de efectos especiales que dan las las nuevas tecnologías de grabación, hubiesen servido para asemejar más la peli y sus personajes al clásico. 

Y... que vale que el príncipe Florian solo pronuncie 10 frases en la película original de 1937. Pero de eso, a lo que han hecho en esta de 2025 con el personaje, debería de ser delito. Porque le pese a quien le pese, incluidos los colectivos reivindicativos... el personaje del Príncipe Azul no puede existir sin Blancanieves y viceversa. 

🅽🅾🆃🅰 🅳🅴 🅰🆄🆃🅾🆁: Las imágenes usadas en este post tienen derechos de autor por parte de Disney, hago uso de ellas sin ningún ánimo de lucro y solo para uso personal mío y de los lectores de este espacio.